Teléfono de campaña
💎 Teléfono de campaña Standard Eléctrica C-30101 (1935)
Entre las piezas históricas conservadas en el Museo del Nacionalismo Vasco, este teléfono de campaña Standard Eléctrica, modelo C-30101, destaca por su valor histórico y simbólico. Fabricado en 1935 por la empresa Standard Eléctrica, este equipo fue utilizado por el Ejército vasco (Euzko Gudarostea) durante la Guerra Civil española, y constituye un testimonio material del esfuerzo organizativo, tecnológico y humano que acompañó la defensa de Euskadi.
De estructura metálica y diseño compacto —19 x 27 x 9 cm—, este teléfono estaba preparado para resistir las duras condiciones del frente. Su sistema de inducción manual permitía mantener la comunicación entre los distintos puestos y mando mediante líneas de cableado, un recurso esencial en los frentes de guerra. En un contexto de incertidumbre y combate, estos aparatos se convirtieron en una herramienta vital para la coordinación de los batallones y el intercambio de información.
Comunicación y organización en tiempos de guerra
El 7 de octubre de 1936, se constituyó el primer Gobierno vasco en Gernika, presidido por José Antonio Agirre. Entre sus departamentos, el Departamento de Defensa tuvo la misión de organizar el nuevo Ejército de Euzkadi, compuesto por batallones procedentes de diferentes partidos y sensibilidades políticas —nacionalistas, socialistas, comunistas y republicanas— unidos por el objetivo común de defender Euskadi y la legalidad.
Desde el primer momento, el Departamento de Defensa comprendió la necesidad de contar con una red de comunicaciones eficaz. En frentes tan activos como los de Artxanda, Gorbea, Sollube o Peña Lemona, la coordinación de las operaciones dependía directamente de la posibilidad de transmitir órdenes y recibir información de los distintos batallones. Los teléfonos de campaña fueron la herramienta que hizo posible esa comunicación.
Los operadores de transmisiones jugaban un papel fundamental. Su labor era silenciosa pero crucial: de su eficacia dependía el éxito de las operaciones y, en muchos casos, la supervivencia de sus compañeros.
La voz de la coordinación
Los teléfonos de campaña como el Standard Eléctrica C-30101 no solo transmitían órdenes. Por sus hilos viajaban también la preocupación, la esperanza y el ánimo de quienes resistían en el frente. Escuchar una voz al otro lado de la línea suponía, para muchos gudaris, una reafirmación de que seguía existiendo una estructura organizada y un liderazgo firme. En medio del ruido de la artillería, el sonido del auricular era un vínculo con el conjunto de la causa vasca.
En una guerra marcada por la superioridad técnica del enemigo, la capacidad de mantener las comunicaciones operativas fue una muestra de disciplina y organización.
El modelo C-30101 destacó por su fiabilidad y resistencia. Su carcasa metálica protegía un sistema simple pero efectivo, compuesto por un generador de manivela, un auricular y un micrófono. Su autonomía y facilidad de transporte permitían que fuera utilizado tanto en posiciones fijas como en movimientos tácticos. Muchos de estos teléfonos se instalaron en refugios, trincheras y puestos de mando, enlazando los distintos niveles de la estructura militar vasca.
Los gudaris y la red invisible
En la memoria del Euzko Gudarostea, los nombres de los frentes —Urkiola, Sollube, Artxanda, Gorbea...— evocan los lugares donde miles de jóvenes combatieron con determinación. Junto a ellos, los operadores de comunicaciones formaban parte de una red invisible que mantenía unido el esfuerzo colectivo.
La documentación conservada en archivos y memorias personales da cuenta de la importancia de estos medios. En muchos testimonios de gudaris se mencionan las dificultades para mantener las líneas abiertas y los riesgos que corrían los encargados de repararlas bajo fuego enemigo. Su labor, aunque poco visible, resultó esencial para sostener la defensa del territorio vasco.
El teléfono de campaña expuesto en el Museo del Nacionalismo Vasco representa, por tanto, algo más que un objeto técnico: encarna el esfuerzo de comunicación, la disciplina y la organización que caracterizaron al Gobierno de Euzkadi y a sus fuerzas.
Memoria y legado
La conservación de esta pieza ha sido posible gracias a la donación de Jon Gutiérrez Irigoien, quien la entregó al museo como parte de su compromiso con la preservación de la memoria histórica vasca. Su aportación se suma a otras muchas que, desde instituciones y particulares, contribuyen a mantener viva la historia del nacionalismo vasco y de los hombres y mujeres que lo protagonizaron.
En el contexto museístico, este teléfono es también una herramienta de reflexión. Permite comprender cómo, incluso en tiempos de guerra, la comunicación fue un elemento esencial para mantener la cohesión social y política del país. Cada objeto como este nos acerca a la realidad de aquellos años y nos invita a valorar el esfuerzo de quienes lucharon por la libertad y el autogobierno.
El Teléfono de campaña Standard Eléctrica C-30101 (1935) simboliza la unión entre tecnología y humanidad, entre estrategia y esperanza. En su sencillez se concentra la historia de un pueblo que, frente a la adversidad, supo organizarse y comunicarse para defender sus ideales.
📜 Ficha técnica
Fecha de fabricación: 1935
Nº de inventario: 08/1228
Autor / Marca: Standard Eléctrica
Modelo: C-30101
Dimensiones: 19 x 27 x 9 cm
Donación: Jon Gutiérrez Irigoien